Tras detención de miembro del Cártel Jalisco rafaguean casa de comandante y dejan narcomanta en Tijuana

Foto: Archivo

Tijuana.- El domicilio de uno de los comandantes de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana de Baja California (FESC) fue atacada a balazos horas después de que se registrara una importante detención de un presunto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Tijuana.

En el ataque armado ninguna persona resultó herida, únicamente daños materiales en la vivienda en la colonia Ejido Francisco Villa.

De acuerdo al reporte enviado por las frecuencias de radio de diversas corporaciones, alrededor de la 1:00 de la madrugada del sábado 26 de agosto, varios hombres se presentaron a las afueras del domicilio para disparar en varias ocasiones.

Horas antes, es decir, la noche del viernes 25 de agosto, un grupo de agentes estatales y militares detuvieron a Daniel Iván, a quien las autoridades identificaron como miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación.

El sujeto fue detenido en las inmediaciones del cruce fronterizo de Otay, entre Tijuana y San Diego, California, mientras iba a bordo de un pickup del año con un arsenal.

De acuerdo al reporte de la Fuerza Estatal, el detenido llevaba consigo 14 armas largas y siete armas cortas, entre ellas un rifle de asalto AK-47, mejor conocido como ‘cuerno de chivo’, así como cargadores y cartuchos.

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Según información compartida en las áreas de inteligencia, tras darse la detención del hombre, algunos elementos de la Fuerza Estatal recibieron llamadas a sus números celulares por parte de un compañero de la corporación estatal para pedir que dejaran libre al sujeto.

Sin embargo, la captura siguió su curso, con la ayuda de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Daniel Iván fue turnado a la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de posesión de armas de fuego.

Además, tras el ataque en el domicilio, la Policía Municipal de Tijuana localizó una corona fúnebre y un narcomensaje en la Plaza Sendero al Este de la ciudad.

La lona escrita con letras negras estaba dirigida al comandante de la Fuerza Estatal, a quien se le amenazaba con buscarlo para atentar contra su vida.

“… te quedó grande la silla”, se podía leer haciendo referencia a su recién nombramiento como mando dentro de la corporación.

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