Tijuana.- Aunque no es obligatorio, a los aficionados de Toros de Tijuana que acudan al estadio del Cerro Colorado se les exhortará a que presenten su comprobante de vacunación, o bien, una prueba negativa de COVID-19, en el ingreso.
Además, reforzaron el llamado a los asistentes para que porten cubrebocas en la medida de lo posible, sobre todo cuando abandonen sus asientos y se desplacen por el recinto antes, durante y después de los partidos de béisbol.
El secretario de Salud en el Estado, Alonso Pérez Rico, señaló que la creciente cifra de eventos masivos en la ciudad, los obligan a tomar medidas más drásticas para evitar la propagación del virus.
Apenas esta semana, el funcionario dio a conocer que al estadio Caliente se le permitirá reabrir sus puertas con un aforo del 30 por ciento, pero los aficionados tendrán que presentar evidencia de que recibieron la vacuna contra el COVID-19, o bien, una prueba PCR o de antígenos, con resultado negativo.
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Al inicio de la temporada, el funcionario reconoció que no se les impuso esa misma regla a los Toros de Tijuana, porque todavía no empezaba la fase de vacunación a los mayores de 18 años y porque las condiciones de la ciudad eran otras.
“Ese protocolo de los Toros está sujeto a revisión, ya hemos hablado con ellos. Como Toros era el único que estaba abierto, eso no había sido tema, lo podíamos controlar, pero ahorita todos pueden abrir, más los que quieren hacer conciertos”.
El funcionario recalcó que será la misma medida para todo evento masivo, como los conciertos que organiza el Ayuntamiento con motivo del aniversario de la ciudad.
“Esto lo estamos haciendo con el afán de controlar lo más que se pueda los nuevos casos, nuevos brotes”, abundó.
La temporada del equipo Toros de Tijuana, de la Liga Mexicana de Béisbol, inició el 21 de mayo y se prevé que concluya a finales de agosto.
A través de sus redes sociales, la institución dio a conocer estas nuevas medidas a los “Torofans” para sus próximas visitas al estadio Chevron, aunque recalcan que no son obligatorias, lo que generó controversia.
Explicaron que el objetivo es “poder atender a una mayor cantidad de aficionados”.
Y es que, en caso de que la Secretaría de Salud del Estado detecte cadenas de transmisión en algún sitio o actividad en particular, podrían reducir los aforos; en el peor de los casos, suspenderían el permiso para operar.
