El entierro de Guadalupe, la trabajadora sexual que fue dejada sin vida por un cliente en Real del Mar

Sepultureros colocan el ataúd de Guadalupe. Foto: Alejandro Gutiérrez

Tijuana.- “No es justo que haya tenido una vida tan triste y terminara de esta manera”; así, con las canciones de un conjunto musical y varios arreglos florales, compañeras y amigas se despidieron de Guadalupe Cruz Martínez, la sexoservidora que fue hallada sin vida el lunes 2 de agosto, en un terreno contiguo al campo de golf de Real de Mar.

De acuerdo a la necropsia, la mujer de 28 años sufrió una broncoaspiración. El cliente que estaba con ella esa noche no brindó primeros auxilios ni mucho menos solicitó ayuda médica.

Después de que perdió los signos vitales, la abandonó y huyó.

“No se vale que la haya ido a botar de esa manera, no se vale que la gente sea así, ahora nosotras estamos con miedo que alguien llegue y que de la nada, nos pasa algo porque nadie hace nada, es un miedo constante”, expresó Liz, una de sus mejores amigas.

Una compañera de Guadalupe escribe en su lápida. Foto: Alejandro Gutiérrez

Ella trabajaba con Guadalupe Cruz sobre la calle Primera de la Zona Norte de Tijuana y contó a PUNTO NORTE que la última vez que la vio fue el domingo 1 de agosto por la tarde, cuando un hombre pasó por ella en un carro rojo.

Después no supieron más de ella. Solamente mandó un mensaje de voz en el que se escuchaba el oleaje y avisó que ya iba de regreso, pero no volvió.

El cliente con el que se fue no era conocido por las otras compañeras, pero Guadalupe se refería a él como “un amigo”.

Preocupadas por su ausencia prolongada, marcaron a su celular pero mandaba a buzón. La buscaron en el callejón Coahuila al día siguiente y nada.

Un conjunto musical musicaliza el entierro. Foto: Alejandro Gutiérrez

Fue hasta el lunes por la tarde, cuando se publicó el hallazgo de una mujer sin vida por el fraccionamiento Real del Mar. El hermano de Liz reconoció a Guadalupe por las fotos.

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“Queremos justicia, que la persona que la fue a tirar, para él a lo mejor no hay castigo porque no es homicidio, pero yo digo que deben encontrarlo, debió auxiliarla, no aventarla como un perro, eso no se vale”, reclamó Liz, entre lágrimas.

Una vez que reconocieron a Guadalupe, sus compañeras buscaron apoyo de la Brigada Callejera, una asociación civil con base en Ciudad de México, para localizar a sus familiares que viven en Chiapas, según lo que les había platicado la víctima, pero no han tenido éxito.

Sus compañeras y amigas se hicieron cargo de los servicios funerarios. Foto: Alejandro Gutiérrez

Entre todas y con apoyo de algunos hoteles de la zona de tolerancia juntaron dinero para que no fuera a la fosa común y darle sepultura en el panteón municipal número 13, en lo que localizan al papá y hermanos de Guadalupe para que trasladen sus restos.

“Queríamos que al menos tuviera un entierro digno”, señaló otra mujer, quien pidió el anonimato y aseguró que Guadalupe era su mejor amiga desde hace un año.

La tarde del lunes 9 de agosto, una semana después de que sus restos fueran hallados en Real del Mar, una decena de compañeras acompañaron a su amiga en su última morada, al menos en Tijuana.

Guadalupe planeaba dejar el trabajo sexual. Foto: Alejandro Gutiérrez

Ahí le depositaron varios arreglos florales y le dijeron adiós junto a un grupo musical, de esos que se dedican a cantarle a los muertos en el panteón de Valle Redondo, la parte más alejada de la ciudad, casi al límite de Tecate.

“Nosotros queremos encontrarlos para que exhumen sus restos y la lleven a su tierra, que esté cerca de ellos, entre todas vamos a apoyar porque sabemos que son personas que no tienen recursos, ella les mandaba a veces dinero”, comentó otra de las compañeras.

La joven fue explotada sexualmente a partir de los 14 años. Foto: Alejandro Gutiérrez

El objetivo ahora es buscar a su papá, con el que tenía buena relación, y a sus hermanos, a quienes quería traer hasta la frontera para iniciar una nueva vida; pero de ellos solo saben que viven en Chiapas.

Guadalupe es una de las más de 3 mil 500 trabajadoras sexuales que ofrecen sus servicios en la vía pública, en el distrito rojo de Tijuana.

Iba y venía según le indicara su proxeneta y pareja sentimental, quien huyó con los ahorros de la joven, tan pronto supo de su muerte.

Una de sus amigas deja una flor sobre su ataúd. Foto: Alejandro Gutiérrez

La última vez que el hombre originario de Puebla o Tlaxcala apareció, fue en el velorio del domingo, en el que protagonizó una escena violenta, por lo que le exigieron retirarse.

“No es justo que se llevara su cochinito, él sabe quién es su familia porque él la acompañó a Chiapas; nosotras queremos encontrarlos para que sepan dónde quedó Guadalupe”, dijeron.

Las compañeras de Guadalupe que accedieron a hablar con PUNTO NORTE relatan que constantemente se enfrentan a la discriminación de la gente y el odio de sus clientes, e incluso relataron que la víctima, al saber de box, varias veces las defendió de abusos.

Sus compañeras piden que se investiguen las circunstancias alrededor de su muerte. Foto: Alejandro Gutiérrez

“Aprendió box en los pueblitos, entonces ella cada vez que había un problema con una muchacha, iba al frente, de hecho llegó a golpear a varios clientes por las compañeras”, dijo Azucena, quien apoyó en las gestiones para la liberación del cuerpo y sepelio.

La vida en la zona de tolerancia no es sencilla, comentan quienes acudieron al entierro. Y Guadalupe es una víctima más, donde hasta el momento no hay culpables pagando por ello.

Esperan que sus familiares reclamen sus restos. Foto: Alejandro Gutiérrez

“Me ha tocado todo lo que nunca pensé vivir, hay personas que nos humillan, nos obligan a hacer cosas que no queremos, pero no es una vida fácil, somos las más señaladas, las más juzgadas, pero yo les pido que no olviden que tenemos familia, hijos”, expresó otra joven.

Añadió que desde que supieron lo que le pasó a su amiga, se encendió una alerta entre las compañeras que sienten miedo de ir a trabajar e incluso hay quienes no han vuelto por temor a correr con la misma historia.

El cementerio se encuentra a las afueras de Tijuana. Foto: Alejandro Gutiérrez

“No es la primera muerte que da en esa zona”, dijo, “las autoridades deben tomar cartas en el asunto porque somos seres humanos, estamos expuestas, que haya empatía porque nuestro valor como mujer está en el suelo”.

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Los últimos días de Guadalupe fueron tristes. Tenía un malestar provocado, al parecer, por el exceso de bebidas energéticas que consumía para poder aguantar las jornadas.

Días antes de morir, Guadalupe experimentó dolores. Foto: Alejandro Gutiérrez

Las dolencias iniciaron una semana previa a su muerte, por lo que sus amigas siguen dudando de los resultados de la autopsia, ya que no bebía alcohol, no consumía drogas, pero el cliente con el que salió esa última vez sí consumía enervantes, según lo que les había contado.

“Ella era muy buena persona, tristemente era ignorante y todo mundo la engañaba; esta persona en lugar de llamar a la ambulancia mejor se fue y prefirió abandonarla… de hecho eso pasa, cuando se van con un cliente y les pasa algo, las dejan ahí tiradas”, refirió Azucena.

Tampoco hay apoyo de la ciudadanía ni de las autoridades, enfatizó, pese a que tanto Guadalupe como las demás compañeras pagan impuestos, aportan dinero al erario con sus licencias sanitarias y regularmente atienden sus exámenes médicos.

Las trabajadoras denuncian discriminación. Foto: Alejandro Gutiérrez

“El gobierno también debería apoyarnos porque, ¿entonces a dónde se va todo ese dinero que ellas pagan?, porque las tarjetas de sanidad no son baratas, son 2 mil pesos y cada mes, 700 pesos, todo eso cuesta y ahora no hubo quien apoyara más que las chicas”, comentó.

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El llamado de las compañeras de Guadalupe es hacia la justicia, que su muerte no quede en vano y que si hay un responsable, que pague por haberla abandonado sin antes buscar ayuda; también hacia la comunidad, apelando al respeto y la empatía hacia quienes se dedican a esto.

La despidieron con flores y música. Foto: Alejandro Gutiérrez

Y por último, a la familia de Guadalupe Cruz Martínez, para que sepan que su hija tuvo un entierro digno y que apoyarán en lo que sea necesario para que regrese a su pueblo, cerca de los seres queridos a los que no pudo traer a Tijuana para iniciar juntos una vida distinta.

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