A Camila se la llevó su padre sin decir dónde están; “solo quiero saber si mi hija está viva”, pide su mamá

Tijuana.- Camila tiene dos años y cinco meses. Desde hace 13 días, se desconoce su paradero. La última vez que se supo de ella, iba con su papá, quien desde entonces se niega a decir si está con la niña, dónde está y cómo está.

Desde entonces, su madre Viridiana Valdez Burgara ha emprendido una lucha contra José Martín, el papá de su hija, y las autoridades que, omisas de la situación, le contestan que “él también tiene derechos”, sin tomar en cuenta la vulnerabilidad de la pequeña.

“Ya interpuse una demanda para obtener su custodia en el Juzgado de lo Familiar, pero debo esperar un proceso”, comenta.

Y es que el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas o Ausentes (Capea). desestimaron el caso y no han activado la Alerta Ámbar.

“Las autoridades no sé qué quieren que pase”, dijo Viridiana en entrevista con PUNTO NORTE.

La preocupación es mayor, ya que Camila padece de autismo nivel 2, por lo que no habla y se comunica llevando de la mano a las personas para señalar lo que quiere, tiene una rutina muy específica para dormir y su mamá asegura que solo ella puede calmarla en un ataque de ansiedad.

“Solo pido que se fijen si mi hija está viva, que esté bien, que un médico especialista en espectro autista la certifique, o qué daños tiene porque se alejó de mí, de su casa, en un ambiente donde se sentía segura”, suplica su mamá.

El 19 de enero por la mañana, Viridiana llegó a su trabajo, en la planta termoeléctrica de la Comisión Estatal de Electricidad (CFE) y entregó la niña a su padre, quien iba saliendo de su turno en el mismo lugar.

Por lo general, la abuelita materna de Camila la cuida, pero esos días estaba enferma.
“Hicimos el cambio de la niña, le dije que más tarde la veía y se fueron a nuestra casa en Playas. A las 10:30 de la mañana le marqué porque su papá batalla para saber lo que quiere, me contesta, me dice que está ocupado y me cuelga. Pasaron seis llamadas y no me contestó”, recuerda.

Viridiana comenta que José Martín tiene un trastorno de personalidad, diagnosticado por un especialista en 2020, por lo que suele tener episodios de enojo y no contestarle; “creí que esta vez era una de tantas”.

Salió de trabajar, llegó a la casa donde vivían los tres, en Playas de Tijuana, y ya no pudo entrar: cambiaron las chapas, no estaba el automóvil y no estaba Camila.

José Martín la bloqueó de todos los medios, la mamá del joven no respondía sus mensajes y hasta en la noche, el papá de Camila le respondió en tono burlesco, que él no tenía a la niña, que la tenían sus papás y no se la regresarían.

Viridiana pidió el apoyo de la Policía Municipal, a través del número de emergencias 911 y la acompañaron hasta la casa de los papás de José Martín, en Villas del Sol Cuarta Sección, pero la tía de Camila dijo que tenía más de tres meses sin verla.

De ahí, el siguiente paso fue esperar nueve horas en el Ministerio Público que se encuentra por la Central Camionera de Tijuana para interponer una denuncia por sustracción de menores.

“Batallé para que la realizaran, toda vez que el ministerio público, a pesar de que llevaba las denuncias que él tiene por violencia, no querían; me refieren ‘pero está con el papá y tiene derechos’. El caso es que al final aceptaron la denuncia contra los papás de él”, dijo.

Desde entonces, Viridiana Valdez no sabe nada de eso hija, tampoco pudo volver a la casa que compartía con Camila y José Martín.

Estos días ha dormido en casa de familiares, con ropa prestada y la incertidumbre de su pequeña.

“Me la he pasado en todas dependencias públicas pidiendo apoyo no para mí, para mi hija, hoy son 13 días que no sé nada de la niña, ni siquiera la he visto, no tengo ningún video, o sea, yo ni siquiera tengo la certeza que la niña esté viva y nadie está haciendo nada”, platica al borde del llanto.

La joven madre relató a PUNTO NORTE haber sido juzgada cuando acude por ayuda, y es que la violencia que ejercía su entonces pareja, no es nueva.

En abril de 2021 interpuso una denuncia en contra del hombre, porque la empujó por las escaleras mientras estaba con su hija.

“Yo sé que expuse mi vida privada, pero lo hago porque a mí lo que me importa es la integridad y la salud de Camila, hay gente que dice que porqué hasta el momento expones el grado de violencia, ¿por qué? porque he estado amenazada de que se llevaría a mi hija y no podía proceder legalmente”, reconoce.

Esta revictimización se ha replicado también en instancias que están para ayudar.
“CAPEA me ha tratado de una manera tan cruel, argumentando que yo tenía que haberme preparado legalmente para haber evitado esto, yo le dije al encargado ¿cómo me voy a preparar si yo vivía con el señor, imaginar que en uno de sus episodios se la iba a llevar?”.

Precisamente, esta falta de respuesta por las vías oficiales ha hecho que recurra a las redes sociales para exponer su caso, pedir apoyo de la comunidad para que le avisen, en caso de ver a José Martín o a su querida Camila.

“A las autoridades les pido que actúen en favor de mi hija y busquen que esté bien; y a la ciudadanía, que me apoyen compartiendo la información, si alguien los ve, que me manden un mensaje, le tomen una foto, algo que me indique que la niña al menos está viva”, pidió.

Camila tiene una rutina especial para estar bien. Viridiana describe a su pequeña como una niña muy inquieta y apegada a ella.

Aunque no sabe de relojes, sabe muy bien que a las 4:30 de la tarde su mamá llega por ella a casa de la abuela y desde que se acerca la hora, comienza a buscarla.

También cada noche, a la misma hora, se va con mamá a la cama, le pone su música favorita hasta que se queda tranquila y puede dormir.

La preocupación de Viridiana es que Camila no tenga esta atención y desconoce con quién se queda cuando José Martín va a trabajar; “está con desconocidos y eso para ella, es una crisis”.

Hasta este día, Viridiana dice que el hombre no le ha dicho por qué decidió llevarse a Camila y solo espera que las autoridades respondan, por la seguridad de su hija.

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