Tijuana quedaría “sin gota de agua” en cualquier momento por deterioro de acueducto: secretario del Agua

La presa Abelardo L. Rodríguez en Tijuana. Foto: Omar Martínez

Mexicali.- Por las condiciones en las que se encuentra debido a la falta de mantenimiento durante 40 años, el Acueducto Río Colorado-Tijuana puede dejar a la Zona Costa “sin una gota de agua” en cualquier momento.

Además, Tijuana tiene sólo la mitad de agua que necesita y Tecate está cerca de llegar al riesgo de usar agua potable mal potabilizada y que eso se convierta en un serio problema de salud pública.

Así lo advirtió el jueves, José Armando Fernández Samaniego, secretario para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua en Baja California, ante diputados integrantes de la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso del Estado.

Esto durante la votación del dictamen a Ley de Hacienda del Estado que incluyó, entre otras reformas, el aumento a la tarifa del agua para usuarios que consuman más de 15 metros cúbicos al mes.

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“El agua potable en la Zona Costa es una crisis”, aseguró el funcionario estatal durante la sesión ordinaria de dicha Comisión, presidida por la diputada Julia Andrea González Quiroz en las instalaciones de la Auditoría Superior del Estado de Baja California.

Tijuana es la ciudad más grande del Estado y una de las cinco más grandes del país y es imposible e increíble que una ciudad tan pujante, que aporta tanto a la hacienda pública federal, tenga la mitad de agua que necesita, reflexionó Fernández Samaniego.

El secretario anotó que en Tijuana, el problema de abasto de agua es mucho más serio y mucho más grave e hizo una exposición de la situación actual del agua en Baja California por municipio.

En Tijuana, acotó el funcionario estatal, se consumen aproximadamente 160 millones de metros cúbicos de agua potable y solamente tiene 80 millones.

El resto tiene que ir a buscarlo como cualquier usuario haciendo fila en Mexicali o en el Valle a quien les quiera vender agua.

“Estamos a merced de la voluntad de los concesionarios del agua, que ellos también tienen sus derechos”, observó Fernández Samaniego.

“Si quieren usar el 100 por ciento de sus parcelas van a usar el 100 por ciento de su agua y no va a haber 80 millones de metros cúbicos, casi todo lo que consume Mexicali en todo el año”, añadió.

El acueducto Río Colorado tiene más de 40 años de antigüedad y nunca se le ha dado un mantenimiento, ni siquiera de lo más básico para una tubería de su tipo, aseguró el secretario.

Tiene las bombas con las que se inició, de 28 con las que cuenta sólo cuatro son nuevas. En cualquier momento puede dejar a la Zona Costa sin una gota de agua.

Tecate es pequeño, dijo, pero crece a un ritmo cuya potabilización ya no le alcanza; potabiliza menos agua de la que consume y está cerca de llegar al riesgo de usar agua potable mal potabilizada, potabilizada deficientemente, lo que cuál a ser un serio problema de salud pública.

Su planta de tratamiento está abandonada, con cero inversión, aclaró.

Mientras que Rosarito tiene un problema grande de cobertura.
No es sólo es que no sale el agua de la llave, sino que no hay llaves para que salga agua. No han crecido las redes, planteó.

En Ensenada, agregó el funcionario, el problema es todavía más complicado. Es el último usuario del agua de las montañas rocallosas; en ninguna otra parte del mundo el agua tiene que viajar tanto para llegar a una ciudad.

Por lo que se requiere ampliar las fuentes de abasto; hay pozos, pero con gasto pequeño.

San Quintín tiene menos del 30 por ciento del agua que necesita. Tiene una pequeña planta desaladora muy deteriorada y el agua con la que cuenta es para los cultivos, planteó Fernández Samaniego.

“Empresarios conscientes rentan o prestan pozos y comparten el excedente, pero hay insuficiencia de agua”, detalló.

En Mexicali, refirió el secretario, el abasto de agua es menos crítico, pero tiene un problema serio de tarifa que no ha subido en más de 20 años y comparte el problema de las ciudades con suficiente abasto, que es el exceso de gasto en drenaje.

Casi el 50 por ciento de las líneas de alcantarillado sanitario tiene un problema de azolve y es más caro su mantenimiento, con una línea de drenaje de 2 mil 500 kilómetros lineales de longitud, que el de la misma red de agua potable.

Tiene una planta de tratamiento diseñada para tratar 840 litros, pero se envían mil; ya está rebasada a pesar de que es una de las más modernas del país e incumple las normas mexicanas de descarga.

Mientras que San Felipe ya tiene un problema de abasto, que es mediante seis pozos, otro de cobertura de agua potable y uno más serio en cobertura de drenaje sanitario, observó.

Fernández Samaniego dijo que en la Secretaría a su cargo la prioridad es manejar de manera austera el presupuesto administrativo para invertir en infraestructura.

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