Tijuana.- Keuana Weaver, una ciudadana estadounidense de 38 años de edad, que vino a Tijuana a realizarse una serie de intervenciones quirúrgicas con fines estéticos, murió en la mesa de quirófano de una clínica ubicada en el Grand Hotel Tijuana, en enero de 2021, bajo las manos de un médico general que se hizo pasar por cirujano plástico sin serlo y que modificó documentos médicos para encubrir su responsabilidad en la muerte la mujer.
Hoy, en audiencia inicial a la que ingresó PUNTO NORTE, la Fiscalía General del Estado (FGE) acusó al médico Jesús Manuel, de la clínica Art Siluette Cirugía Estética de homicidio simple por impericia y negligencia, así como usurpación de funciones.
Ante el juez de control Omar Luna Herrera, el ministerio público presentó los datos de prueba en contra del médico, entre los cuales destaca el certificado de defunción firmado por el mismo médico; el expediente clínico incompleto de Keuana, la carta de consentimiento informado de la paciente con tachaduras y enmendaduras, así como una valoración médica previa de la víctima que alerta de los riesgos que esta presentaba de someterse a la intervención, cuya información no fue incluida en el expediente médico.
Keuana Jean Weaver, de 38 años y residente de Long Beach, California, cruzó la frontera de Tijuana para realizarse una intervención múltiple consistente en abdominoplastía, liposucción y transfusión de grasa a los glúteos.
La residente de Los Ángeles, California y madre de familia llegó a la clínica registrada como Master Clinic S. A. de C. V., pero conocida comercialmente como Art Siluette, ubicada en las torres del Grand Hotel Tijuana, el 29 de enero de 2021, alrededor de las 10:00 de la mañana, en donde fue recibida por el médico imputado, Jesús Manuel.
A pesar de contar con una valoración previa de un cardiocirujano, quien identificó que Keuana corría riesgo cardiovascular y de enfermedad tromboembólica, por lo que sugirió mejorar la presión alta antes de ser intervenida, el médico Jesús Manuel realizó otra evaluación médica al recibirla y tan solo una hora y media después de que la mujer pisó la clínica, la ingresó al quirófano.
De acuerdo al dictamen de la cirugía, alrededor de las 12:04 horas de ese viernes, el médico terminó la liposucción e inició la transfusión de grasa a los glúteos.
Al intentar inyectar la sustancia al tejido graso de la zona, el médico aplicó la técnica de inyección de manera incorrecta, por lo que la grasa llegó al tejido muscular, ocasionando desgarre de vasos sanguíneos y, por ende, el flujo de grasa entró al torrente sanguíneo.
Con ello, se generó un coágulo que bloqueó a la circulación y causó embolismo pulmonar, lo cual llevó a Keuana a un paro cardiovascular súbito.
Aunque le fueron aplicadas maniobras de resucitación, la mujer ya no respondió, por lo que fue declarada sin vida alrededor de las 14:34 horas de la tarde de ese mismo día.
En lugar de reportar el hecho a la Fiscalía, el médico Jesús Manuel expidió el certificado de defunción de Keuana, en el que estableció como causa de muerte “insuficiencia respiratoria aguda por tromboembolia pulmonar y embolia grasa”.
También modificó la hora de muerte para señalarla a las 14:51 horas y solicitó el traslado del cuerpo de Keuana a la Funeraria Martínez, ubicada en la Zona Centro de la ciudad, en donde fue embalsamada, como si hubiera fallecido por causas naturales.
Casi veinte días después de la muerte de Keuana, el 18 de febrero de 2021, su madre, Renee Weaver, quien también vive en California, denunció la muerte de su hija ante la Fiscalía del Estado.
Ese mismo día, la Fiscalía ordenó al Servicio Médico Forense (Semefo) recoger el cuerpo de Keuana, el cual permanecía en la funeraria a la que había sido enviada por el médico.
En un reportaje del San Diego Union Tribune, realizado por la periodista Wendy Fry, Renee Weaver explicó que el médico nunca aclaró la causa de muerte de Keuana ni les mostró el expediente clínico, solo una carta en la que les aseguraba que falleció por causa ajenas a la intervención quirúrgica.
La necropsia arrojó que la causa de muerte de Keuana fue “encefalopatía hipóxica secundaria a paro cardiorespiratorio por síndrome compartimental postoperatorio”, así como que la víctima había sido sometida a una cirugía estética y que su cuerpo había sido ya embalsamado.
Por otro lado, en la inspección del expediente médico y de la carta de consentimiento que se requiere para someterse al procedimiento de liposucción con transferencia de grasa, el ministerio público identificó que Keuana no estuvo debidamente informada sobre los riesgos que implicaba en general la cirugía a la que se iba a someter.
Dos de las cuatro hojas de la carta de consentimiento de intervención quirúrgica no tienen la firma de la paciente, incluyendo una en la cual se advierte de un nivel de riesgo moderado de la intervención.
De igual manera, el apartado de riesgo personalizado del mismo documento, en donde debería incluirse la recomendación de la valoración previa del cardiocirujano sobre su riesgo de sufrir tromboembolismo y la sugerencia de mejorar su presión arterial, se encontraba en blanco.
Asimismo, en los formatos de ingreso hospitalario no se incluyeron todos los datos, como nombre completo del médico cirujano, ni del anestesiólogo, número de cama ni dirección de la paciente.
Incluso, se observaron números escritos de manera sobrepuesta sobre la horas de inicio de la intervención, la hora del paro cardiorespiratorio y la hora de muerte.
Todo esto fue expuesto por la Fiscalía durante el desahogo, la cual se llevó de manera virtual y en la que estuvo presente el médico acompañado de su abogado privado Gregorio Martínez Barrón.
La Fiscalía también alegó que la muerte de Keuana fue debido a la falta de pericia, conocimientos técnicos, profesionales del médico Jesús Manuel, quien no contaba con habilidades, capacidad, ni experiencia para llevar a cabo cirugía plástica, estética y reconstructiva, e incurrir en negligencia médica al realizar procedimientos quirúrgicos sin la preparación adecuada.
A pesar de que el médico Jesús Manuel cuenta con una maestría y especialidad en medicina estética y longevidad, estas le facultan para realizar procedimientos estéticos como aplicación de botox y células madres, no así para procedimientos quirúrgicos invasivos como los que ejecutó en Keuana, explicó el ministerio público.
Por todo ello, la fiscal solicitó al juez de control la vinculación a proceso en contra el médico Jesús Manuel por los delitos de homicidio simple por impericia y negligencia, así como usurpación de funciones.
Debido a que al momento de judicializar el caso, la Fiscalía había presentado la formulación de imputación por el delito de homicidio doloso, la defensa de Jesús Manuel solicitó al juez de control un receso para reformular sus argumentos.
Sin embargo, el juzgador negó el receso debido al momento del proceso, por lo que el imputado solicitó la extensión de 72 horas para la vinculación a proceso.
El médico se encuentra libre, por lo que la Fiscalía solicitó al juez la medida cautelar de que acuda a los juzgados a firmar cada 14 días, la cual fue otorgada por el juez.
La vinculación a proceso, esto es, la decisión del juez para determinar si el proceso penal continúa en contra del médico Jesús Manuel.
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