Tijuana.- Sin identificarse ante los policías municipales asignados a Palacio Municipal y oculto en una camioneta, Arturo González Cruz ingresó al estacionamiento subterráneo del inmueble para colarse a la Sala de Cabildo y atrincherarse dentro.
Momentos de tensión, incertidumbre y hasta ingobernabilidad se vivieron en Palacio Municipal, después de que el Congreso de Baja California aprobara la reintegración de Arturo González Cruz al frente del Ayuntamiento de Tijuana.
El diputado federal con licencia arribó a Palacio Municipal, alrededor de las 11:00 de la noche del martes 28 de septiembre, a bordo de unidades blindadas y acompañado por sujetos armados, sin que los agentes policiacos adscritos a la seguridad del recinto oficial tuvieran conocimiento de la pugna política que se vivía.
Esto antes de que iniciara la sesión extraordinaria del Congreso del Estado en que se aprobó posteriormente su regreso como presidente municipal del 29 al 30 de septiembre.
Con ayuda de varios regidores como Arnulfo Guerrero, Mónica Vega, Miguel Medrano y Germán Zambrano, subió al segundo piso y se encerró en la Sala de Cabildo, la cual tenía varias sillas colocadas en las puertas.
Cuando los oficiales le cuestionaron el motivo de su ingreso, pues ni estos ni personal del Ayuntamiento en guardia habían sido notificados de su llegada -pues aún no había sido aprobado su regreso-, González Cruz amenazó con despedirlos.
Debido a la forma en que ingresó oculto, oficiales de la Policía Municipal de Tijuana fueron requeridos, pues se activó el protocolo de seguridad.
En lugar de dialogar con los oficiales, González Cruz hizo varias llamadas telefónicas para solicitar la presencia del Ejército Mexicano.
Alrededor de las 2:00 horas del miércoles 29 de septiembre y una vez que varias de sus unidades llegaron al exterior de Palacio Municipal, salió del recinto para reingresar escoltado por los militares.
“Pues aquí voy a estar toda la noche, voy a mandar por unos taquitos, aquí para todo el personal que está y los regidores que nos están acompañando y vamos a quedarnos aquí hasta que se celebre la sesión de Cabildo que se tiene que celebrar”, dijo al ser cuestionado sobre sus actividades en su único día como alcalde.
“Nadie puede pasar, el único que puede autorizar que alguien entre es el licenciado, el licenciado Arturo”, refería una de las policías que se encargaba de dar órdenes a los uniformados, aún confundidos por lo que sucedía en el Ayuntamiento.
“Nunca había pasado algo así”, comentaban los oficiales, mientras que unidades de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal que custodiaban el Palacio antes de que “fuera oficial” el retorno de Arturo González Cruz, iban siendo desplazadas por las de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Incluso el comandante de la Segunda Zona Militar, Saúl Luna Jaimes, llegó al recinto municipal, pero la seguridad del edificio le impidió el paso.
Por varios minutos, el comandante se mantuvo esperando que le permitieran ingresar por la puerta de vidrio principal, por donde pasan todos los ciudadanos que acuden diariamente por sus trámites.
Y aunque tanto la prensa como otros ciudadanos y curiosos intentaron acercarse al general, los castrenses restringieron el paso varios metros a la redonda de su jefe militar.
Fue entonces que Arturo González Cruz, custodiado por los militares, caminó hasta la explanada de Palacio Municipal para encontrarse con el comandante, relajado, bromista y, como pocas veces, abierto a los cuestionamientos de la prensa.
Ya en la explanada, González Cruz se hizo acompañar del regidor Miguel Medrano, edil de Movimiento Ciudadano; intercambió palabras con los militares y después de algunos minutos, tuvo un segundo encuentro con la prensa y hasta los invitó a pasar a Palacio.
“A ver si nos dejan entrar”, volvió a bromear, para después internarse a las entrañas del Ayuntamiento de Tijuana por el acceso subterráneo del estacionamiento, el que por varias horas fue el único medio para ingresar a la “casa de los tijuanenses.”
Después de la reaparición de González Cruz y tras haberse notificado sobre su retorno al ftente del Gobierno Municipal, las unidades de la Policía Municipal se replegaron.
Lo mismo hicieron las del Ejército Mexicano y solamente quedó la Guardia Nacional custodiando el Ayuntamiento, mientras adentro, el alcalde, regidores y otros colaboradores conversaban a puerta cerrada y comiendo tacos.
Antes de regresar a Palacio Municipal, González Cruz confirmó que encabezaría la sesión de Cabildo a la que regidores convocaron para hoy 29 de septiembre a las 3:00 de la tarde, en la cual se votará la sesión solemne para el cambio de gobierno, a las 12:00 horas del 30 de septiembre.
También se espera que en el orden del día se vote la cancelación de la transferencia del organismo operador de agua, tema sobre el cual Arturo González se negó a adelantar el sentido de su voto.
“Yo creo que es un tema que debemos aprobar, pero de una manera correcta, que sea buena para la ciudad”, dijo.
Aunque en febrero de 2020, reiteró que su licencia respondía a atender cuestiones de herencia, versión difundida en medios de comunicación y a través de un boletín del gobierno municipal, durante la madrugada de hoy, cambió su versión.
“Yo tomé licencia a raíz de las circunstancias, no nos habían entregado las participaciones federales, nos habían cerrado Servicios Médicos, el DIF Municipal, delegaciones, no nos entregaron las aportaciones federales en perjuicio de los tijuanenses y no podía aceptar que esas fueran las circunstancias por una situación personal entre el gobernador y yo”, dijo.
Egresada de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad Autónoma de Baja California. Especialidad en Periodismo Policial y Judicial de la Universidad Iberoamericana, Campus Ciudad de México. Más de 12 años en medios de comunicación de México y Estados Unidos, como Semanario Zeta, Sin Embargo o la agencia española EFE.
