Tijuana.- La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda adelantó que revisará las causas que orillaron a un grupo de menores a amotinarse en el albergue temporal manejado por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Tijuana.
El viernes 6 de mayo, casi al filo de la medianoche, alrededor de 15 menores de edad se subieron al techo del albergue, localizado sobre la Tercera Etapa del Río Tijuana, para manifestar su hartazgo y malos tratos por parte de los responsables del inmueble.
“Vamos a revisar el caso, en donde se están quejando, cuáles son las quejas y revisarlo de manera particular”, dijo Marina del Pilar.
Si bien, está la investigación en curso, por el momento no se informó de empleados suspendidos o cesados después de este hecho.
Este sería el segundo amotinamiento en el mismo albergue, en lo que va de la presente administración estatal, ya que a finales de noviembre pasado, un grupo de adolescentes se manifestó y fugó de las instalaciones, inconformes por las condiciones, comida, entre otros.
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Marina del Pilar Ávila Olmeda aseguró que desde que empezó la administración, han trabajando en mejorar las condiciones de los albergues.
“Estamos trabajando en un rezago histórico en el DIF; cuando llegamos nos sorprendimos de las condiciones en que se encontraban nuestros pequeñitos y pequeñitas dentro de algún albergue DIF”, indicó la gobernadora.
Dijo además que “sí quiero reconocer el trabajo que han hecho las autoridades del DIF porque hay mucha mejoría en las mismas”.
La manifestación de los menores se registró poco antes de la medianoche, en un horario donde se supone los jóvenes deberían estar dormidos en sus literas.
Los menores permanecieron por espacio de casi dos horas en el techo, mientras elementos de la Fiscalía General del Estado, de la Unidad Municipal de Apoyo Social (UMAS) y madres de familia aguardaban al exterior e intentaban convencerlos de bajar.
Dentro de los reclamos de los menores y adolescentes, mencionaron estar inconformes con el personal jurídico, haber sido sometidos a “castigos” después del motín y fuga de noviembre pasado, así como restricciones en cobijas y ropa.
