Tijuana.- Al tiempo que la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana lamentó y anunció acciones por el homicidio de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barón, lamentó que lo que sucedió con los religiosos no fue un hecho aislado.
El Arzobispo acudió a la reunión que sostuvieron funcionarios federales con la iniciativa privada en Baja California este miércoles y ambos se dirigieron a él, lamentando lo sucedido esta semana en un templo de la comunidad de Cerocahui, Chihuahua.
Desde esta frontera, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Vázquez, anunció que irán tras la persona que perpetró los homicidios de los misioneros de la Diócesis de la Tarahumara.
“Está perfectamente identificado por las investigaciones que se han hecho y yo he pedido al equipo que hoy mismo se publique la foto y que en el estado de Chihuahua y más allá, sepan de quién se trata y podamos dar rápidamente con el responsable, para que haya un castigo y estos delitos no queden impunes”, manifestó.
Sin embargo, el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, hizo un reclamo de justicia por los sacerdotes jesuitas.
“Es una ocasión muy buena para expresar a nombre de la Iglesia nuestra indignación, nuestro reclamo, pero el compromiso de colaborar con las autoridades civiles e instituciones para una comunidad donde se viva en seguridad”, manifestó este miércoles.
El arzobispo Moreno Barrón añadió que insistirán en mayor contundencia.
“Necesitamos implementar estrategias y compromisos de ciudadanos, instituciones y gobierno, para dar una solución definitiva a la inseguridad que vive México, no es un hecho aislado y nos da la oportunidad de visualizar a tanta gente que ha sido asesinada y quedado en la impunidad”, reprobó.
El religioso consideró que ha habido “intentos con resultados parciales” para contener la inseguridad e hizo un llamado para optimizar recursos, con asesoría de profesionales, pero escuchando a la comunidad.
Agregó que a raíz de los últimos hechos y en lo general, la comunidad religiosa se siente igual que el resto de la población en términos de inseguridad,
“No somos gente de privilegio, somos gente de servicio y no tenemos una atención especial en cuanto a seguridad, pero esa seguridad la necesitan todos los ciudadanos”, puntualizó.
Los sacerdotes de la Compañía de Jesús, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, fueron asesinados dentro de un templo, cuando intentaba socorrer a un guía turístico que huía del presunto sicario, intentando salvar su vida.
Estos hechos sucedieron el lunes 20 de junio y aunque los delincuentes se llevaron los cuerpos de las tres víctimas, este miércoles, la gobernadora María Eugenia Campos informó a través de su cuenta de Twitter que ya habían sido recuperados.
La violencia contra miembros de la Iglesia Católica también se ha hecho presente en Baja California.
El 17 de mayo se registró un doble homicidio en un rancho de Hacienda Santa Verónica, donde una de las víctimas era el sacerdote José Guadalupe Rivas Saldaña.
El religioso formaba parte de la Arquidiócesis de Tijuana y además, era director de la Casa del Migrante de Tecate.
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Hasta el momento no se han detenido personas vinculadas con este delito, pero el viernes 17 de junio en la conferencia Impunidad Cero, el fiscal central del Estado, Rafael Orozco, adelantó que ya tenían identificado a uno de los posibles responsables.
