Tijuana.- “Los que se van y regresan”, ese es el significado en español de Koipai, como se denomina en lengua Cucapá al grupo de danza de pensionados y jubilados que tiene a Raquel Ramos Moreno como su integrante más longeva.
Como Raquel, otras se han ido. Por jubilación han dejado atrás las vidas profesionales a las que dedicaron su juventud, pero se niegan a dejar la ocupación y buscan razones para seguir activas.
Las han encontrado en el baile, particularmente en la danza folclórica.
“Queremos demostrar que las personas mayores todavía pueden hacer muchas cosas”, refiere sonriente, bien convencida, la maestra jubilada de 81 años de edad.
Vestida con su colorido traje chiapaneco y unas enormes flores verdes adornando su peinado asegura que su intención, aparte de ocuparse y divertirse, es motivar a otras personas adultas mayores, para que igual que ella se animen a mantenerse activas y hacer lo que les gusta, sin importar la edad.
Bien consciente de que ella y sus compañeras, las 18 integrantes de Koipai, son un ejemplo, sostiene que no importa que les duela algo, una pierna, por ejemplo o que se equivoquen en los pasos, “lo importante es hacerlo”.
“A mí mi hermana me habló del grupo. Lo primero que dije fue – ¿cómo yo, a mi edad?. Ahora esto me ha dado todo y le dedico ensayos tres veces por semana”, detalla.
Sonriendo siempre, la profesora en retiro comparte que son muchas las coreografías que ha logrado memorizar y ejecutar en sus 12 años de permanencia en Koipai y siempre ha recibido respaldo de su familia, parte de la cual la acompañó en su presentación del domingo durante el “Festival de la Mexicanidad” celebrado en el Centro Cultural Tijuana (Cecut).
“Yo siempre la he dejado, que lo haga, la apoyo”, comparte el esposo de Raquel, a su lado y visiblemente orgulloso de que ella se desarrolle en lo que le emociona.
Juntos narran que pronto, el próximo 28 de septiembre, viajarán a Oaxaca con todas las integrantes del grupo de danza a cargo de Esperanza Abigail para bailar Baja California y representar al estado en un certamen folclórico.
Como maestra, Raquel Ramos Moreno acompañó a varias generaciones en diferentes escuelas de Tijuana, como la Miguel Hidalgo, luego se dedicó al hogar y ahora, parte de sus actividades son llevar el gusto por el baile -que antes sólo compartía en casa con sus hijos- a los escenarios.
Así con sus pasos bien ejecutados, su actitud alegre y su incesante sonrisa, logra emocionar a públicos como el que el domingo 17 de septiembre la ovacionó junto con sus compañeras, por atreverse y ser ejemplo para otros adultos mayores y personas de todas las generaciones, por ser de “los que se van y regresan”.
